Antonio Conde Quince años al máximo nivel

Artículo Publicado en el Día de Córdoba (30.08.16)


Es conocida por todos, y de sobra, la frase: Lo que empieza jugando, termina gustando. Pues bien, algo así le ocurrió al protagonista de esta historia. Desde pequeño, Antonio Rafael Conde ya sentía verdadera predilección por el baloncesto, cuando jugaba junto a sus compañeros en el Colegio Salesianos con 16 años, antes de descubrir su verdadera vocación, el arbitraje. Hoy en día el colegiado cordobés se ha convertido no sólo en una referencia sino también en un referente, tanto a nivel nacional -sumando 15 temporadas pitando en ACB- como internacional, donde desde 2005 dirige partidos de las principales competiciones continentales de clubes y de selecciones. 
 
"Todo empezó siendo un poco hobby y después pasó a ser una etapa un poco más exigente. Más adelante fui escalando los diferentes escalafones de las categorías amateurs. Llegue a la semiprofesionalidad y finalmente alcancé la profesionalidad, como último escalón. Luego la última etapa, al menos por ahora, fue el salto a internacional. Ya son muchos años", explica Conde recordando sus inicios. 
 
A sus 43 años, el árbitro cordobés, espera dar lo mejor de sí y seguir adquiriendo conocimientos, como cada año desde que comenzó su andadura en la máxima categoría del baloncesto nacional. "Estoy ilusionado, porque siempre vas aprendiendo, vas poniéndote objetivos nuevos, vas superando diferentes etapas y cada temporada es un reto. Son configuraciones de equipos distintas, compañeros diferentes y bueno, son variables a las que te tienes que adaptar. El juego también va cambiando y se te van exigiendo otras cosas, ganas en veteranía y no debes de perder nunca la ilusión y las ganas por mejorar. Además, te vas conociendo mucho y sabes cuáles son tus puntos fuertes y débiles, y trabajas para mejorarlos y superarte". 
 
Como asegura Conde, cada temporada es un nuevo reto y una posibilidad más para aprender. Hay que empezar siempre con las mismas ganas y no perder en ningún momento la ilusión que te llevó a donde has llegado. "Cada año son diferentes estados de madurez y deportivos, pero estoy muy ilusionado. Tengo muchas ganas de que empiece la competición y de que todo eche a rodar. Ahora me estoy preparando física y técnicamente para estar al día, esto evoluciona muy rápido y el resultado no es sólo lo que se ve en la pista, sino que hay muchas horas de trabajo detrás", afirma el colegiado cordobés. 
 
Cuando uno inicia un reto, ya sea profesional o personal, lo único que espera es llegar a la meta. La vida te da distintas posibilidades, pero sólo tú puedes trabajar para llegar a lo que aspiras conseguir. Antonio no imaginaba cuando comenzó su carrera deportiva que llegaría a donde está hoy: "No esperaba llegar a este nivel para nada. Empecé porque me gustaba el baloncesto y quería verlo de forma diferente, pero poco a poco te va envolviendo. Nunca pensé llegar ni siquiera a lo que era liga EBA en mi época, pero siempre eres ambicioso y quieres superarte y llegar lo más arriba posible". 
 
Además, considera que la etapa como colegiado internacional "es la más exigente en el ámbito del arbitraje deportivo", puesto que "estar como árbitro principal en la ACB, la liga más potente de Europa, te hace madurar y formarte. También para ser árbitro internacional tienes que tener nivel, es algo que te abre un campo de oportunidades. Eso ya son otros parámetros, otras exigencias, con viajes más largos y compañeros y culturas diferentes...Es otra etapa y todas son súper interesantes y se complementan entre sí", afirma Conde. 
 
Sin embargo, para conseguir lo que ha conseguido, Antonio creció fijándose en otras figuras destacadas del arbitraje, aunque claro, cada uno tiene su estilo y eso es algo que nunca debe perderse. "He tenido muchos referentes. Siempre vas empezando con ídolos más cercanos como Antonio De Torres o Germán Morales, que ahora ambos son dirigentes. Luego sigues subiendo y te fijas en compañeros ACB, como Mateo Ramos por ejemplo. Me acuerdo también de Juan Carlos Arteaga, porque ha ido a muchas olimpiadas y eventos de primer nivel. De cada uno te quedas con una cosa, pero tienes que ser tú mismo, tampoco se trata de copiar a nadie", expresa entre risas. 
 
Conde relata emocionado algunos de los mejores momentos de su carrera. Y es que, cuando tienes una trayectoria profesional como la de este colegiado cordobés, nunca sabes con qué instante quedarte: "Tengo muchos recuerdos. Cuando me comunican que he llegado a ACB, cuando conseguí la internacionalidad, mi primera final de Liga, mi primer partido ACB, mi primera final del Copa del Rey. Son muchos y cada uno tiene sus matices. Quizá por lo dramático de los partidos, las finales de Copa del Rey son algo muy diferente al resto, aunque creo que me puede quedar alguna más que no haya descubierto todavía, o al menos eso espero". 
 
Como toda persona, Antonio también ha tenido que hacer frente a malos momentos a lo largo de su aventura como árbitro. "Hay momentos duros. El arbitraje se ve algo bonito desde fuera, pero es duro. Hay momentos que no deseas pasar, pero que también te ayudan, te hacen más fuerte. Esos son los momentos donde tienes que trabajar más. Cuando todo va muy bien, eso lo pasa cualquiera, pero para ser árbitro hay que saber convivir con el error. Nunca se me olvidará un campeonato en categorías de formación cuando yo iba a subir a Liga EBA que no salió todo lo bien que debería y bueno, estuve replanteándome mi continuidad y mi forma de trabajo", recuerda. 
 
Repasando sus vivencias en las finales ACB en las que ha sido designado como árbitro principal, Antonio afirma que "cada final es un mundo, todas tienen sus ingredientes diferentes y sus estilos. La que es más emocional, más técnica, más dura...hay muchas variedades y no descartaría ninguna. Son todas muy atractivas. Esto es una carrera de fondo, hay muchos árbitros que pueden arbitrarla y siempre quieres contar, aunque no sepas si al final vas a estar o no". 
 
Tras acumular a sus espaldas las experiencias y sensaciones que dejan 15 años pitando en la mejor liga europea, el colegiado cordobés señala que lo que siempre les dice a los jóvenes que se interesan por el arbitraje es que "ya que están en este mundo, que aprovechen cada momento y que no estén por estar. Que vivan cada minuto, que la vida pasa demasiado rápido y hay trabajar duro". 
 
 
Antonio, que mañana pitará el Albania-Georgia del Preeuropeo, es la viva imagen de cómo un hobby puede dar lugar al desarrollo de tu carrera deportiva, y no quedarse sólo en eso, sino seguir creciendo y subiendo escalones hasta llegar a ser todo un referente en el deporte de la canasta. Este año, Conde afrontará una nueva temporada ligado a lo que más le gusta, el BA-LON-CES-TO.

Artículo: Andrés Paniagua. El día de Córdoba