Rafael Sanz y Terry Layton compartieron este domingo parte de su filosofia de entender el baloncesto en el II Clinic de Entrenadores Ciudad de Peñarroya-Pueblonuevo. Ambos disertaron de forma magistral y cada uno de ellos con una peculiar manera de explicar las consideraciones tecnicas, el cordobes con su caracteristica y fina ironia en tanto que el americano nos sorprendía con un agradable sentido del humor. Las defensas marcaron el desarrollo del clinic haciendo hincapie en el necesario convencimiento de su inexorable unión con los movimientos de ataque y la continua renovación de los fundamentos, para llegar a la última etapa de la formación de los jovenes jugadores en las mejores condiciones técnicas. Mientras Sanz acaparaba titulares como "sin técnica no hay táctica" y pregonaba la dificultad del entrenador modesto con la necesidad de tener que tratar con sus jugadores y la inculcación de valores, reflexionando en la insistencia del continuo perfeccionamiento, Layton, con clinics desarrollados en más de ochenta paises de todo el mundo, nos avanzaba conceptos menos aplicados en nuestro baloncesto y que iban desde la posición de los pies tanto en defensa como a la hora de dar el pase, incidiendo tambien que en la construcción de un equipo es fundamental la unidad de la plantilla a la hora de defender su zona a la que definia como la casa de uno y que había que proteger, empleando un lenguaje (el perro y la oveja) que caló sobre todo en los jugadores de las categorias que estaban  presentes.

La entrega de diplomas a los cerca de 40 alumnos  provenientes  ademas de Peñarroya,  de Cordoba y Jaen, con la asistencia al acto de clausura de Victor Pedregosa, Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo y la entrega final de diferentes placas de agradecimiento tanto a los ponentes como a la Delegación de Deportes así como un especial reconocimiento a Embajadores del Deporte de la Iglesia Evangelica Norteamericana y que fue recogido por  su representante,  David Ericson. A continuación y con todos los presentes en torno a una esplendida paella se puso broche final a una enriquecedora cita con la formación deportiva.