Publicidad:


"Conceptos tácticos prematuros"

"Conceptos tácticos prematuros"

Por José Manuel Giner (redactor de la desaparecida revista Nuevo Basket)


- Quizás (sólo quizás) ya no se den casos parecidos, pero yo tengo muchos similares en mi memoria, y de no hace tanto tiempo. Así que no estaría de más echar un vistazo a esta pequeña lectura que hoy os proponemos, rescatada de la antigua y desgraciadamente desaparecida revista Nuevo Basket. 

 


CONCEPTOS TÁCTICOS PREMATUROS

Por José Manuel Giner (redactor de la desaparecida revista Nuevo Basket, de la que se extrae este artículo)

 

El otro sábado fui testigo presencial de otro caso insólito de los que a un frecuentan en demasía las pistas de nuestros colegios. 

Se jugaba un partido de infantiles correspondiente a la competición escolar entre dos equipos cuyos componentes no superaban los doce años de vida. 

Por un lado, el equipo visitante que, según palabras de su entrenador, llevaba un año participando en competición. Por otro, un equipo de reciente formación cuyo bagaje experimental se reducía a dos partidos y ocho o nueve horas de entrenamiento. 

Pues bien, nada más empezar... ¡Sorpresa! El entrenador barbudo y calvo se muestra un forofo de los "conceptos tácticos prematuros" y ordena a sus pupilas una impersonal zona presionante.

Adiós, lo que faltaba! -me comenta para si el entrenador local-. Pero si hace apenas dos días les explicaba lo del campo-atrás y aún no han tenido tiempo de digerirlo. ¡Estamos apañados!, en fin observemos como se las arreglan..."

Y la verdad es que las novatas iban saliendo del atolladero por propia iniciativa. Su entrenador, asombrado, no tuvo necesidad de pedir tiempo para poner orden en la construcción del ataque.

¿Empezaba a funcionar todo aquello cómo...?

"Recordad siempre hay que botar mirando hacia adelante..., éste es un juego de equipo, todos debemos colaborar para llevar el balón hasta el aro contrario..., mirad para pasar y buscad espacios libres para recibir..., ayudamos al compañero que tenga el balón, los otros cuatro se mueven para progresar, aprender a jugar sin balón... etcétera." Y esto, que todo suena igual y parece una sarta de perogrulladas a simple lectura, son hábitos y conceptos fundamentales y no precisamente fáciles ni rápidos de adquirir.

Poco a poco nos vamos introduciendo en el subjetivo terreno de la filosofía de la enseñanza de nuestro deporte. Pero es que ahí debíamos ir a parar. 

Uno, no pretende sentenciar ni sentar cátedra. Cada cual se traza una línea y procura ser coherente con sus ideas, lo cual, de por sí, es ya encomiable. Expongo lo que creo y todo el mundo tiene la posibilidad de hacerlo así; en esta casa cualquier opinión tiene cabida. 

Volvamos. Pero ¿Y si este planteamiento general no existe?, o bien, si lo hay, ¿No serán unos principios pedagógicos erróneos? ¿Se preocupan nuestros enseñantes de aumentar sus conocimientos y modificar sus métodos y objetivos de acuerdo con su labor de formación? 

Retornando a la faceta concreta que nos ocupa ¿No es más lógico y adecuado trabajar los fundamentos defensivos de forma individual en los principiantes? Paradójicamente con el tema ¿No es en la meca del basket donde está sancionado el defender zonas? 

Quede constancia de que servidor no está en contra de plantear cualquier tipo de defensa que se tercie. Pero ¡cuidado!, todo a su debido tiempo. No salen las raíces cuadradas si no se saben distinguir los números. 

Dejemos iniciativa a quienes empiezan a disfrutar del juego. Demos vía libre a su creatividad y a su capacidad de improvisación. Todo, claro está, bajo unas normas flexibles de orden en el juego. Que sean ellos mismos los que descubran sus cualidades estratégicas. No impongamos tácticas de pizarra útiles -aunque en esto también quepa la polémica- en categorías superiores. 

Bueno, ya está bien de monologar. Ahora es vuestro turno. Sois un número considerable de técnicos y aficionados los que debéis coger el testigo. Todo lo que hagamos será poco en beneficio del baloncesto, pero nos ayudará a todos a hacerlo mejor. 

¡Ah! Por cierto, volviendo al partido que nos ha servido para plantearnos toda esta serie de interrogantes, no quiero omitir una curiosa anécdota que me comentaba para sus adentros el entrenador barbudo y feliz, que no calvo: "si supieras que mis jugadoras se han enterado de que sólo hay ocho segundos para pasar de defensa a ataque allá por el minuto diez o doce de la segunda parte...

Bien pensado, quizá en tal desconocimiento radicó su tranquilidad y con ella su éxito, ¿No les parece?