Actualmente vivo sólo del baloncesto. Llevo cinco grupos en mi club de toda la vida, Maristas, donde paso la mayor parte del día. Estudié desde pequeño en Maristas y luego estudié la Licenciatura de Comunicación Audiovisual en la UMA. A día de hoy estoy estudiando el Máster de Profesorado en Educación Secundaria y tengo pensado volver el año que viene a estudiar en la Universidad. Acabé con 22 años la carrera pero no he podido ejercer demasiado. He tenido la suerte de trabajar en varias temporadas en el Departamento de Prensa de Unicaja Baloncesto y he tenido algunos trabajos más relacionados con mi carrera (grabación, edición, postproducción, radio...) pero es un mundo complicado que con la crisis se ha acentuado más.

 

Empecé a jugar con 11 años, en minibasket, en Maristas. Antes había hecho de todo: balonmano, fútbol sala, fútbol 7... En junior de 1er año decidí dejar de jugar por la presión de estudiar y sacar nota para la carrera que quería y además porque arrastraba una lesión desde hacía varios años que me causaba mucho dolor. Fue una mala decisión porque con el paso de los años aprendí que hay tiempo para todo, pero ya no hay vuelta atrás.

 

Cuando dejé de jugar quise seguir relacionado con el baloncesto de alguna manera y comencé de ayudante en los equipos de mi colegio. Tras dos años como segundo entrenador, Francis Tomé, que era coordinador en esa época de Maristas, me dió un equipo preminibasket. Tenía 18 años. A partir de ahí seguí entrenando hasta hoy. Esta temporada es mi 14ª como entrenador en Maristas. A lo largo de estos 14 años he entrenado en otros clubes aparte de Maristas (SEK, Teresianas, Andersen) y he tenido la suerte de aprender de grandísimos entrenadores como Sergio Risoto, Nacho del Moral, Francis Tomé o Patricio Quintana. Ellos han sido los que me han ido metiendo a lo largo de estos años el "gusanillo" de seguir entrenando y de ser mejor cada día.

 

Al principio lo hacía por seguir relacionado con el baloncesto y porque además me ganaba un dinerito que me venía muy bien para la vida de estudiante. Pero no era más que un hobby. Poco a poco, y sin darme apenas cuenta, se ha convertido en mi trabajo hoy día. Tengo la suerte de trabajar en algo que me apasiona, que con la que está cayendo es un privilegio sin duda alguna.

 

Sin duda trabajar con la cantera, con los niños. Es genial verlos disfrutar con el deporte y comprobar cómo evolucionan día a día. Me gusta mucho trabajar con los chavales e inculcarles valores como el sacrificio, el compañerismo, el compromiso... Que aprendan cosas que les sirvan para su vida personal después.

 

Para mi es todo un orgullo representar a mi provincia. He sido ayudante de la selección en cinco ocasiones y he aprendido de grandes entrenadores con los que he estado de Campeonato. Cuando me llamó la Federación para darme el puesto fue una grandísima alegría. Es una gran responsabilidad pero a la vez una experiencia increíble. Voy a disfrutarla al máximo. Soy consciente de la suerte que tengo y así lo valoro.

 

La elección ha sido muy difícil. Hemos tardado nueve entrenamientos en decidir qué jugadoras formaban la selección. El nivel que las chicas tenían era muy parejo, todas entrenaban a un gran nivel y se esforzaban muchísimo. Al final han sido pequeños detalles los que nos han llevado a seleccionar a las que están ahora. Desde aquí quiero dar las gracias a todas las chicas que estuvieron con nosotros, y que no han podido entrar en las doce definitivas, por su trabajo y sus ganas. Sin duda, tener que elegir es la parte más ingrata de ser seleccionador.

 

Un nivel muy bueno. Además es una selección muy repartida. Tenemos jugadoras de seis clubes distintos, lo que nos señala que este año la competición en Málaga será muy emocionante. Estoy seguro que la fase final será muy reñida. Tenemos de todo: bases puras que organizan el juego como si fueran seniors, tiradoras, defensoras que aprietan a campo entero sin bajar el nivel, chicas grandes que rebotean y son duras en la zona, chicas muy hábiles con ambas manos… una selección muy completa con un nivel muy alto.

 

La preparación del Campeonato Minibasket es larga. Llevamos ya más de diez entrenamientos y aún falta mes y medio para la cita. Entrenamos domingos y lunes. La principal dificultad es conjuntarlas a todas. Al venir de tantos clubes distintos, el objetivo principal es que se conozcan en el juego y marcar una manera de jugar común, con unas reglas marcadas, que en ocasiones son distintas a las que entrenan en sus clubes. Las chicas vienen a entrenar con una ilusión tremenda. Se esfuerzan al máximo, preguntan, son curiosas. Y aprenden rápido. Ir a entrenar con ellas es un gusto. Disfruto mucho.

 

Mucho. Los objetivos que se marcan en un equipo de club son a largo plazo. El objetivo es que el equipo, cuando llegue el partido importante a mitad o final de temporada, estén preparadas para competirlo. Tienes más tiempo por delante. En la selección se comprime todo. Entrenas dos veces por semana y en unos veinte entrenamientos tienes que lograr que el equipo juegue bien y conjuntado. Dedico mucha parte del entrenamiento a 4vs4, 5vs5. No se puede profundizar mucho, hay que hacerlo sencillo para que las chicas lo entiendan rápido y disfruten.

 

A nivel humano, el objetivo principal es que las chicas lo pasen bien y disfruten haciendo lo que más les gusta. Los campeonatos de Andalucía de selecciones son una gran experiencia. He tenido la suerte de estar en un par de ellos como entrenador ayudante y he vivido en persona cómo los chicos disfrutaban cada segundo del campeonato; desde las comidas, los paseos o los propios partidos. Serán tres días de convivencia y baloncesto que estoy seguro que jamás olvidarán. Al fin y al cabo, tienen 10, 11 y 12 años y su principal motivación tiene que ser pasarlo bien. A nivel deportivo, está claro que nuestro objetivo es ser campeonas. Vamos con la máxima ilusión por conseguirlo. Pero para llegar a esa meta, hay que trabajar mucho antes. Aún nos quedan muchos entrenamientos por delante y muchas cosas que corregir y perfeccionar. Estoy seguro que el Campeonato será muy disputado. Tendremos partidos muy difíciles y ahora tenemos que estar centrados en entrenar al máximo para llegar a Estepona en Enero con todas las armas posibles.

 

A casi dos meses vista, es muy complicado hablar de resultados deportivos. Como he comentado antes, vamos con la mayor ilusión por conseguir lo máximo. De lo que estoy seguro es que el resultado que se consiga, cuando pase el tiempo, quedará en segundo plano. Lo que las chicas se llevarán a casa y para sus vidas será la experiencia de representar a su ciudad, de conocer chicas y chicos de otras provincias y de disfrutar jugando al baloncesto en un pabellón lleno.

Puedes descargar el número 24 de la Revista Basket FEM en el siguiente enlace:
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