Poco a poco fueron corrigiendo errores los chicos de Rafa Piña, que a base de apretar en defensa y cerrar el rebote se iban metiendo poco a poco en el partido. Ismael Tamba, con ocho puntos en otros tantos minutos, se fajaba en la zona con todos los que se le ponían por delante. Así, con todo de cara para cerrar el segundo cuarto con muy buenas sensaciones (32-27 a falta de dos segundos para el descanso) un fallo defensivo del equipo posibilitó que Niang anotara desde medio campo un triple imposible que rompía por completo el trabajo realizado para volver al encuentro (35-27).

Tal y como sucedió en Gijón al equipo le supo a gloria el pasar por los vestuarios. Con la mente fresca y las pilas cargadas entre Adri Fuentes, Devin Wright y David Knudsen consiguieron empatar el encuentro de salida. Un parcial de 0-8 ponía la igualada en el Vicente Trueba y el partido era otro diferente al que se había visto hasta el momento. Pero tal y como llegaron al partido, los marbellíes se fueron y encajaron un 7-0 que devolvía la tranquilidad a los cántabros, que tenían en Walter Junior y Niang a sus jugadores más enchufados (56-49). 

Con siete puntos por debajo llegaban los diez últimos minutos de partido con mucho desgaste físico en el cuerpo y la mentalidad tocada por remar para quedarse en la orilla siempre. La pelea merecía igualar la contienda, pero cuando se cometen fallos defensivos y no se cierra el rebote la situación termina por desesperar. El CB Marbella volvía a pecar de apagón físico y Grupo Alega Cantabria se ponía el mono de trabajo una vez más para intentar ponerse en +20. Casi lo consigue, pero ahí estaba Lucas Muñoz en la recta final del encuentro para con varias canastas seguidas y mucho orgullo en la pista dejar el marcador en -14 para los azulones (76-62), que se vuelven a Marbella con dos derrotas seguidas ante dos equipos que sin duda pelearán por el ascenso.