Ana García Creus (Granada 02 de Abril 2001), es jugadora infantil de segundo año actualmente en las filas del equipo G + B granadino. El año pasado como parte de la selección Infantil Femenina de Granada sufrió una grave lesión de tibia y peroné en la última jornada del Campeonato de Andalucía de Selecciones Provinciales de la mencionada categoría. Tras 9 meses de dura rehabilitación y gracias a mucho trabajo y sobre todo a las enormes ganas de volver a jugar a baloncesto, consiguió volver a las canchas de baloncesto llena de ilusión. El destino quiso que su reaparición en una competición oficial la llevara al mismo escenario y a la misma competición en la que sufrió la lesión, el Palacio de Deportes de Huelva y el Campeonato de Andalucía de Selecciones Provinciales Infantil Femenino, aunque la historia fue totalmente distinta, su equipo se proclamó Campeón de Andalucía y la difícil experiencia vivida tiempo atrás sólo será un recuerdo más en su exitosa carrera en el baloncesto, tal y como relata en este pequeña entrevista.
¿Cómo fue el proceso de la recuperación?
Al principio se me hizo muy largo porque estuve dos meses escayolada hasta la ingle y no podía moverme. Luego ya empecé poco a poco las sesiones de fisio, gimnasio y piscina y el ir viendo los pequeños progresos me animaba.
¿Donde crees que está la clave para llevarla a cabo con éxito?
Lo primero tener muchísimas ganas de volver. Mi meta era empezar a jugar cuanto antes, eso era lo que me animaba en muchos momentos. También fue fundamental tener el apoyo de mi familia y de tantas personas que se preocuparon por mí y que estuvieron muy pendientes de mi evolución. Especialmente importante fue el apoyo de mi entrenador Alex Gómez Haro que pasó muchas horas conmigo en la piscina y en el gimnasio, ayudándome y animándome en mi rehabilitación
¿ Que fue más duro para tí la recuperación en sí o no poder practicar baloncesto durante tanto tiempo?
Fueron duras las dos cosas pero para mí sobre todo fue el no poder jugar. Estar tanto tiempo sin hacer lo que más te gusta es bastante complicado, te paras a pensar todo el tiempo que tienes que estar sin jugar y es muy duro… Y ver a tu equipo jugar, te dan ganas de salir a la pista y dejarte la piel como tus compañeras.
Pensaste en que tu reaparición de nuevo en un Campeonato igual al que tuviste la lesión pudiera ser como campeona de Andalucía
Sinceramente no, pensábamos que teníamos un equipo para hacer un buen papel en el campeonato y luchar todos los partidos. Pero nunca nos imaginamos quedar tan bien, fue muy emocionante.
¿Cuáles fueron tus sensaciones justo antes, durante y después del primer encuentro?
Antes: Sinceramente no pensé nada en mi lesión, solo en jugar y que mi equipo lo hiciera lo mejor posible.
Durante: La verdad que igual que siempre, cuando estás metido en el partido solo piensas en eso y en nada más.
Después: Tuve muy buenas sensaciones, me sentí otra vez cómoda y muy contenta por haber ganado el primer partido y haber empezado tan bien el campeonato.
En algún momento durante el campeonato tuviste miedo de volver a lesionarte.
La verdad es que no lo pensé en ningún momento porque la gente en baloncesto no se suele lesionar muy a menudo.
¿Con que te quedarías de positivo después de sufrir una lesión tan grave?
Con toda la gente que estuvo a mi lado, el cariño de muchas personas y la compañía de mi entrenador durante toda la lesión. También el ver que cuando te propones algo y trabajas para ello, aunque parezca que queda mucho tiempo para conseguirlo, al final llega y por eso no hay que desanimarse.
¿Que balance puedes hacer del campeonato y en particular de cómo te has sentido durante el mismo?
Muy positivo porque ninguna nos imaginábamos que fuéramos a quedar tan bien. No sé si Granada alguna vez ha quedado así en un campeonato de selecciones. Personalmente, muy cómoda en el equipo y con mis compañeras, muy contenta por su trabajo y amistad, tanto dentro como fuera de la pista. Estoy también muy agradecida a mis entrenadores Jaime Medina, Antonio Caballero y Esther Cisneros por hacernos disfrutar cada minuto del campeonato y por llevarnos a esa gran victoria. Y por hacer esta experiencia inolvidable.
Tu ejemplo puede servir a otros jugadores de baloncesto. ¿Que les dirías a todas aquellas compañeras/os que tienen la mala suerte de tener una lesión y deben pasar por lo que tú?
Es complicado estar lesionado, pero les diría que nunca hay que desesperarse y que hay que seguir trabajando. Que aunque en ese momento no puedas hacer lo que más te gusta que es jugar, hay otras cosas que sí puedes para seguir mejorando y hacer que la recuperación llegue antes. Así que nunca pierdan la ilusión por lo que les gusta tanto, que el día que vuelves a jugar es una sensación increíble. Es duro estar lesionado pero la vuelta a la pista hace que se te olvide todo. La clave está en trabajar, trabajar y trabajar aunque no sea con una canasta delante y, lo más importante, no perder nunca la ilusión.