Jesús Castillo se marchó hace 3 años a EE.UU. para continuar con sus estudios y en busca de una aventura nueva en el mundo que le apasiona: El baloncesto.  Durante su primer año “Freshman” en San Luis, disfrutó de muchos minutos de juego siendo incluído en el mejor quinteto Freshman de la Liga (AMC All-Freshman Team). En el segundo año, esta vez como “Sophomore”, fueron campeones de la liga regular con un récord de 27-3, y se clasificaron para el torneo nacional de NAIA, algo que su Universidad había conseguido muy pocas veces. Esta temporada en su tercer año, Jesús ha cambiado tanto de Universidad (Universidad  como de Liga, enfrentándose a los mejores equipos de la NCAA2 y cogiendo cada vez más peso dentro del equipo.

Los inicios de Jesús Castillo en el Baloncesto se remontan a la temporada 2007-08, cuando comenzó su andadura en el equipo preminibasket de EBG Málaga, proclamándose campeón provincial en dicha categoría así como en minibasket, donde fue nombrado además MVP de la final. Su primera participación en un campeonato de Andalucía fue precisamente con el equipo minibasket de Los Guindos que dirigía José Carlos Pedrero. En preinfantil pasó a la cantera de Unicaja, donde jugó la Minicopa ACB. En categoría infantil consiguió su primer Campeonato de Andalucía, título que repetiría también en categoría cadete y junior. Ha formado parte de las selecciones malagueñas desde categoría minibasket, consiguiendo el campeonato de Andalucía de Selecciones en minibasket, infantil y cadete. También formó parte del combinado andaluz que participó en el campeonato de España de Selecciones Autonómicas Infantil. En su currículum figuran también varias participaciones en torneos internacionales, como el ANGT de la Euroleague o el torneo suizo Sam Basket Massagno, entre otros. El malagueño, de padres campilleros, es también un clásico en el Campus que organiza cada verano el C.B. Campillos.

¡Pasamos a conocer mejor a Jesús!

FAB Málaga: Buenas tardes Jesús. Lo primero agradecer tu tiempo y preguntarte cómo estás.

Jesús Castillo (J.C):  Buenas tardes, gracias a vosotros por el interés mostrado. Ahora mismo me encuentro bien, aunque notablemente preocupado por la situación que estamos viviendo todos estos días.

J.C:  Desafortunadamente sí, debido al rápido crecimiento y expansión de este virus muchos estudiantes y atletas internacionales en la misma situación se han visto obligados a regresar a su país de origen, con las consecuencias tanto académicas como deportivas que trae consigo esa decisión. Es cierto que volvemos a estar con nuestras familias, aunque sigue faltando poco más de un mes para finalizar el curso académico.

J.C:  Ha sido un año con nuevas expectativas y retos tanto a nivel personal como sobre todo de equipo. Este último año he pasado a jugar a la segunda División de la NCAA, concretamente en la conferencia de la GLVC (Great Lakes Valley Conference), considerada como una de las mejores del país en la División II. Es una conferencia de la que salen un gran número de equipos que pelean por el titulo nacional, y a eso se le suma el alto nivel competitivo que existe dentro de la misma, ya que cualquier equipo puede dar la sorpresa y clasificarse para el torneo nacional. De esta conferencia salen a su vez equipos que ascienden a la División I si reúnen el presupuesto necesario para competir en dicha liga, y este año se ha dado el caso de una Universidad que ascenderá a la primera división la temporada que viene (Bellarmine). Todo eso supone personalmente un gran cambio de nivel con respecto a los años anteriores, y por tanto la preparación para este año ha sido más exigente que nunca.

FAB: ¿Y qué tal llevas los estudios tras este cambio?
J.C:  Es cierto que el cambio de Universidad supone adaptarse a un nuevo entorno donde se emplean medios y recursos distintos para las clases. Sin embargo, es el hecho de estar en los últimos años de la carrera lo que supone un plus de dificultad, ya que las clases que se toman son más específicas y complejas.

FAB: Cuéntanos un poco sobre la temporada actual de tu equipo.
J.C:  Este año se ha considerado como una etapa de preparación y mejora de nivel tanto personal como colectiva. Ha sido la primera temporada para mí y para el entrenador en la Universidad, y el principal objetivo por tanto ha sido construir un programa sólido y de futuro. De momento lo estamos cumpliendo, ya que no solo igualamos el récord de victorias conseguidas por la Universidad en la liga (14-14), sino que también hemos demostrado que podemos competir y vencer a los mejores rivales, aspirantes al título nacional. No obstante, el hecho de que tengamos un programa nuevo en la Universidad supone que existe un amplio margen de mejora en el que debemos trabajar colectiva e individualmente, y profundizar para así poder crecer y asentarnos en la parte alta de la liga. Al final nuestro objetivo es llegar a ser el mejor programa que podamos, y por eso necesitamos a todos los integrantes del equipo para conseguirlo.


FAB: Y la temporada a nivel particular...
J.C: He disfrutado de muchos minutos, lo que me ha permitido mostrar y desarrollar mi confianza en distintos aspectos del juego. He conseguido el récord de la Universidad en triples anotados por partido, metiendo 8 en el segundo partido de la temporada contra “Parkside”. Del mismo modo, conseguimos vencer a Bellarmine por primera vez en la historia de nuestra Universidad. Bellarmine es una Universidad que pasará a jugar en División I a partir de la temporada que viene. El partido se resolvió con un triple en el último momento que conseguí anotar, un triple que representa la canasta más importante que he anotado en mi carrera, y la más importante para mi Universidad. Siempre me preocupo por estar al cien por cien físicamente para aportar en todo lo que pueda al equipo, y eso se ha visto reflejado al final de la temporada, donde ha habido partidos en los que jugué los 40 minutos. Al final lo que cuenta es lo que puedas aportar, y el nivel que añades al equipo para poder ganar partidos.

FAB: ¿Qué diferencias encuentras entre el baloncesto de España y en el que se juega allí en la Universidad?
J.C:  Existen varias diferencias en el baloncesto estadounidense y universitario con respecto al europeo, bajo mi punto de vista. La exigencia física es superior en el baloncesto americano, a la vez que el juego es más rápido e individualista. Esto supone posesiones más cortas y quizás menos elaboradas, pero con mayor volumen de lanzamientos a canasta. En el caso del baloncesto europeo, el juego en equipo es más elaborado y las jugadas, por tanto, más largas. Para alguien que pase del baloncesto europeo al americano, tendrá quizás más dificultades en el aspecto físico, pero más facilidades para entenderse con los jugadores de su equipo en cuanto al nivel táctico.

J.C:  Principalmente el aspecto físico. He acabado la temporada jugando los partidos enteros, y para ello el nivel de forma que se necesita es óptimo. Esto incluye no solo una mayor preparación física, sino también saber cuidar y mantener el cuerpo y mente en la mejor forma posible. Es por eso que la alimentación y la recuperación o tratamiento físico han jugado un gran papel en este ámbito. A todo esto se le suma la gran cantidad de recursos disponibles facilitados por la Universidad que los deportistas tenemos a nuestra disposición.

FAB:  ¿Y cómo afrontas el último año de Senior que te queda de Universidad?

J.C:  Sobre todo motivado y con ilusión. Estos últimos tres años han supuesto una gran parte de mi vida en la que he hecho grandes amistades y vivido grandes momentos, creciendo como jugador y como persona. No obstante, el tiempo pasa muy rápido y cuando uno se quiere dar cuenta, esta etapa llega a su fin. Es por eso que mi principal objetivo es aprovechar y disfrutar al máximo este último año, poder graduarme en mi carrera y sobre todo luchar por llegar a lo más alto de la liga que podamos en el ámbito deportivo.

J.C:  El hecho de venir de un club grande como Unicaja te abre las puertas a muchas posibilidades. Es por eso que las experiencias vividas en el club y en todas las selecciones son muchas y muy positivas. No solo conoces a gente de todo el país y de toda Europa, sino que también aprendes y te empapas del conocimiento de baloncesto que tienen los mejores jugadores europeos. Al final uno siempre se queda con lo bueno vivido que, en este caso es muchísimo.



FAB: ¿Qué es lo que más echas de menos de Málaga?
J.C: Bueno, aparte de la familia y los amigos, lo que más se echa de menos es la comida y el clima de Málaga sin duda alguna. Es cierto que al vivir en un lugar nuevo, empiezas a ver con otros ojos la ciudad, y el país donde has nacido y crecido desde pequeño. Pero bueno, al final es conocer mundo lo que ayuda siempre a uno a ver y valorar lo que tiene.

J.C:  ¡Muchas gracias a vosotros!