En un dramático y durísimo partido España consiguió una importante victoria demostrando poseer y mantener, además de talento, el carácter ganador necesario para superar las pruebas más difíciles.
Pese al ilusionante inicio de partido con Alba y Ndour anotando los primeros cuatro tiros libres y Nicholls desbordando por calle central Eslovaquia, alternando defensas, avisó pronto de sus intenciones con un primer triple de Toliver al minuto 5 que daba su primera ventaja en el marcador (8-10). La exagerada rigurosidad arbitral no sólo cargaba de faltas prematuramente a muchas jugadoras sino que cortaba constantemente el ritmo del partido imposibilitando a España de aplicar ese rodillo basado en rebote, primer pase y contraataque tan eficaz en muchos encuentros.
Al final del primer cuarto y con 14-20 en el marcador saltaban las primeras alarmas en nuestra selección y pese a que entre Silvia Domínguez y Ndour, ambas desde la línea de tres puntos, apretaban el marcador (22-23) y en unos brillantes minutos conseguía una ventaja (28-25), el ritmo irregular del partido favorecía claramente los intereses de una Eslovaquia que encontraba en Toliver ese ya conocido referente ofensivo. Entrada en racha la escolta americana nacionalizada eslovaca y encadenaba una serie triples y tiros libres que volvían a poner por delante a su selección al descanso con un inquietante para España 34-39. Tanto o más que el resultado preocupaban la tres faltas de Nicholls y Ana Cruz.
En la reanudación el protagonismo ofensivo eslovaco lo asumió la joven y talentosa Balintova y entre sus puntos, las dos cuartas faltas de Ndour y Nicholls y el 41-47 del luminoso el panorama se complicó especialmente para España. Pero si algo tiene esta selección, además de talento, es carácter y, de la mano de Alba Torrens, con Ana Cruz sacando lo mejor de ella misma y anotando un canastón que volteó el marcador (54-53 en el minuto 28), con Laura Gil multiplicándose en la zona, con Laura Herrera apareciendo poco pero eficazmente, el tercer cuarto finalizó con ventaja española (58-57).
El desenlace llegó con Laia Palau mandando, con Ana Cruz anotando, con Marta Xargay apareciendo oportunamente cuando tras alejarnos en el marcador (67-61), Eslovaquia volvía a amenazar (72-69). Un triple de Xargay distanciaba a nuestra selección a cuatro minutos del final (75-69) pero Eslovaquia no se rindió y de la mano de Toliver consiguió ponerse por delante a un minuto del final (76-77). Una canasta de Ndour a 44 segundos del final y una extraordinaria defensa con dos tapones consecutivos permitieron recuperar un balón trascendental. Los cuatro tiros libres de Alba Torrens convirtieron en anecdótico el último triple eslovaco. España sumaba una victoria sufrida e importantísima.
La Clave
España tuvo capacidad para sobrevivir a un partido extraño, de ritmo irregular, de muchas faltas señaladas sabiendo esperar su momento para dar la vuelta al marcador. Esta vez, el carácter, la experiencia, la capacidad de sufrimiento, fueron intangibles decisivos para conseguir la victoria.
El Detalle Técnico
La defensa cara a cara de diferentes jugadoras españolas sobre la nacionalizada Toliver resultó determinante para minimizar su producción ofensiva en la segunda parte. Tras los 16 puntos de la primera, Toliver sólo anotó seis en la reanudación.
El Momento
Canasta de Ndour a falta de cuarenta segundos para el final y fabulosa última defensa de España con tapón final de la propia Ndour para conseguir prácticamente sentenciar el partido. Cuatro tiros libres sin fallo de Alba Torrens sellaron la victoria.
Conclusión
Nadie dijo que esto sería fácil y la prueba es un partido ante Eslovaquia complicadísimo por diferentes circunstancias pero ante el cual nuestras jugadoras reaccionaron con las capacidad física para responder a la exigencia del rival y mental para no descomponerse por las dificultades.
feb.es