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España empieza a construir su juego

España - Bélgica
España empieza a construir su juego

España - Bélgica (67 - 64)


El primer partido de la preparación de la Selección Española ante  Bélgica sirvió para comprobar las enormes dosis de ambición por ganar  y de implicación por darlo todo en la pista. Scariolo dosificó  esfuerzos de los jugadores referentes.

España está donde debe estar justo cuando inicia los partidos depreparación. Está en fase de construcción de conceptos ofensivos ydefensivos, de aplicación de sistemas y sus variantes, de trabajo decohesión en las ayudas y recuperaciones. Muchos jugadores se conocende su trabajo en clubes y en anteriores experiencias en selección ysin embargo cada verano España tiene la virtud de empezar de nuevo, derenovar no sólo ilusiones sino ambiciones por mejorar detalles de unjuego que tiene que alcanzar su mejor nivel en la competición.
 
Ante Bélgica y en medio de un ambiente de fiesta en el repletopabellón de Gijón, nuestra selección ofreció destellos de lo que debeser su juego pero lo hizo con la intermitencia propia de un partido enel que el objetivo era construir. Scariolo obviamente dosificóesfuerzos de sus jugadores referentes pero aún así el aficionado, insitu o a través de Teledeporte, puedo disfrutar algunos minutos de lamaestría de Pau Gasol o del conocimiento de juego de Nikola Mirotic ensu debut con la absoluta o ambición ilimitada del MVP de la LigaEndesa Felipe Reyes. Era sólo el primer ensayo pero ahí se vieron losgalones de un Sergio Rodríguez organizando y repartiendo, de un SergioLlull imparable desde fuera o penetrando, de un Rudy Fernández siempreimprevisible, siempre brillante. España tiene argumentos de presentecon San Emeterio dando lecciones de perseverancia y eficiencia ytambién razones ilusionantes de futuro con un Hernangómez que mantieneesa fantástica línea ascendente. Hay razones que alimentan optimismoporque a los jugadores referentes indiscutibles se unen los quecompiten por estar, por sumar siempre y ahí Pablo Aguilar vuelve a serejemplo y con él Víctor Claver, Pau Ribas o Rabaseda y llegando desdeatrás Guillém Vives. Nombres propios a lo que falta añadir un AlexAbrines lesionado en espera de comprobar la evolución de su fascitis.
 
Motivos de ilusión sí, en medio de un partido de lógica irregularidadpor el movimiento constante de cambios y porque Bélgica, con buenos yexpertos jugadores, con una capacidad atlética importante y un juegoduro defensivamente y bien organizado en ataque, en ningún momentoaceptó el papel de comparsa y plantó cara desde el salto inicial yhasta el final (67-64).

Miguel Pánadés - Comunicaciuón FEB