Un duro parcial de 17-0 en el segundo cuarto cambió el rumbo de un partido que España había  empezado dominando con autoridad en el juego, con eficacia en el tiro de tres puntos, con eficiencia en las diferentes trampas defensivas con las que nuestra selección intentaba compensar un juego francés basado en la capacidad atlética. En el primer cuarto (11-21) España mantenía esa imagen ofrecida en los dos últimos partidos, con versatilidad en el juego de las interiores y control del rebote. Pero en el segundo cuarto todas esas virtudes se diluyeron con dos minutos terribles (10-0) y un colapso que se prolongó hasta ese 17-0 que situaba el marcador en 28-21 arreglado en los instantes finales con los únicos cinco puntos anotados por España en este cuarto (19-5).

 

Tras el descanso el partido se equilibró, con Andreu Bou apostando por las jugadoras referentes, con un 2-13 que devolvía las buenas sensaciones y el dominio del partido pero al cual era respondido con un 14-4 francés que llevaba el marcador a un incierto 46-43 al final del tercer cuarto. Pero en el desenlace de nuevo el colapso – sólo 6 puntos en diez minutos -, el muro defensivo de las francesas que sólo era superado con unos triples insuficientes ya que pese a sumar siete, eran las únicas armas españolas. Los 14 rebotes de más de las francesas y los 18 puntos anotados de más en la pintura por el conjunto galo definieron claramente sus ventajas. Aún así España estuvo a un triple del empate. Sofía Galerón con 14 puntos, Alba Prieto con 11 y Ayuso con tres triples fueron las más eficaces entre las nuestras. 

Miguel Panadés - Comunicación FEB