Entrevista a Javier Malla técnico del Club Baloncesto Benahavis Costa del Sol de 1ª División Nacional Masculina

El conjunto costasoleño ha comenzado la temporada con pleno de triunfos en los tres partidos celebrados hasta la fecha


¿En primer lugar, me gustaría que nos hablaras un poco del capítulo de altas y bajas que habéis sufrido con respecto a la temporada anterior?
 
El equipo de Benahavis ha sufrido esta temporada una profunda remodelación en lo que a la configuración de su plantilla se refiere. Por motivos que no vienen al caso, el bloque se fue gestando durante el verano aunque no teníamos la certeza de que se pudiera echar a andar con la actual configuración. Algunos jugadores, debido al retraso en el comienzo de la pretemporada, tuvieron que firmar por otros clubes, pero finalmente hemos podido consolidar un año más el Proyecto y salir cargados de ilusión.
 
Respecto al año pasado conservamos la dirección de Benji Neyrat, la intensidad defensiva de Frank Naundrup y la experiencia de dos buenos interiores como Ramón Aquino y Willie Williams.
 
A este bloque hemos sumado un grupo de cinco jugadores llegados desde el Campo de Gibraltar: el base Javi Fernández (ULB), los escoltas Pau Borredá y Borja Corrales (Deportivo Algeciras) y los alapivots Toni Muñoz (Deportivo Algeciras) y José María Balmón (Canoe).
 
Jesús Gago completa una plantilla de diez jugadores que todavía no está completa y que se continúa gestionando para, dentro de sus posibilidades, incorporar las piezas que faltan.
 
¿Cómo valoras el trabajo de pretemporada llevado a cabo por tu equipo de cara a la temporada 16-17?
 
Por las circunstancias que ya hemos comentado sobre la confirmación del equipo con esta estructura en competición, la pretemporada dio comienzo la misma semana que comenzaba la Liga. Es decir, llevamos en este momento tres jornadas que coinciden con las tres primeras semanas de nuestra preparación. O lo que es lo mismo, nuestra pretemporada pura y dura se está haciendo de manera paralela a disputar competición oficial y ya llevamos tres semanas.
 
Javier Casado, nuestro preparador físico, está realizando un excelente trabajo que se extenderá hasta mediados del mes de noviembre. Se trata de una situación un tanto atípica, pero así han venido las cosas y de esta manera las afrontamos con muchísima energía y pasión.
 
¿En qué estado de forma física y técnica llegáis para el comienzo de la competición?
 
Tras lo comentado se puede deducir que en mal estado de forma física. El verano ha sido especialmente largo para nosotros y, si bien nuestros jugadores han sido muy “profesionales”, el ritmo de trabajo colectivo estamos empezando a introducirlo en este momento. Por lo tanto, nuestro debut frente a Portus Magnus nos llegó con tres sesiones de entrenamiento y casi sin conocer los jugadores y los nombres del resto de efectivos de la plantilla.
 
No obstante, las ganas por sobreponernos a esas dificultades están ayudando mucho en acelerar los procesos. Pero tenemos claro que no nos angustia nada la situación porque sabemos la que es y la afrontamos como un reto adicional.
 
¿Cuál es el objetivo a corto y largo plazo que os habéis marcado esta temporada en 1ª División Nacional Masculina?
 
A corto plazo nuestro objetivo pasa por completar con el mayor éxito posible de resultados esta pretemporada que hemos diseñado en los meses de octubre y noviembre dentro de la competición. Es decir, buscar nuestro tono físico con el menor daño posible de cara a la clasificación del campeonato.
 
A medio plazo, el objetivo es no renunciar a nada, afrontar cada fin de semana con la máxima preparación y toda la energía que atesoremos y, si realmente lo merecemos, optar a los puestos que permitan luchar por el salto de categoría.
 
¿Por último cómo veis esta competición que esta temporada contará con hasta 7 equipos más con respecto a la pasada temporada?
 
La Primera Nacional es una competición que en las últimas temporadas ha ido subiendo su nivel a marchas forzadas. La llegada de jugadores extranjeros y los efectos de la crisis también en el baloncesto han producido un “efecto retorno” de grandes jugadores que competían lejos de sus casas y que por falta de medios económicos decidieron regresar a sus clubes de origen.
 
Por eso, no es difícil encontrar algunos equipos que podrían disputar perfectamente la liga EBA con la misma plantilla con la que compiten en Primera Nacional.